El ambiente político en la provincia de Buenos Aires se volvió explosivo tras las declaraciones de Milei durante su acto en La Plata. Los agravios contra Axel Kicillof desde el escenario fueron calificados por el oficialismo como “odio institucional”, y la respuesta del Ejecutivo bonaerense no tardó en llegar. Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura provincial, fue quien tomó la palabra para marcar la postura del gobierno: "Es lamentable que el presidente, elegido para resolver problemas, dedique su discurso a agredir a los bonaerenses", manifestó en Cadena Continental, advirtiendo sobre el peligro de normalizar una retórica agresiva desde la máxima investidura. En su repudio, Katopodis advirtió que la mecha está encendida para todos los políticos, pero especialmente para quien ejerce la Presidencia. “El presidente debe dar ejemplo, no fomentar el odio con palabras que dividen y estigmatizan”, enfatizó, subrayando que esta forma de hacer política atenta contra la convivencia democrática.                 Desde el entorno del gobernador Kicillof se activó un llamado a frenar los agravios. Reclaman que no se banalicen términos ofensivos ni se instale un discurso donde la agresión sea moneda corriente, más aún en medio de una campaña electoral que ya transcurre con alta temperatura política. El episodio se enmarca en una pulseada de poder entre Jefatura de Gobierno y Provincia, que va más allá de la elección: pone en cuestión el tono con el que se compite y si la retórica agresiva es una herramienta sostenible o un riesgo para la gobernabilidad.   * El gobierno bonaerense reprocha a Milei por alimentar una “política del odio” desde la Presidencia. * Katopodis sostuvo que no se puede naturalizar agravios, y pidió mayor responsabilidad institucional. * El cruce refleja una nueva etapa de confrontación entre Nación y Provincia, en medio de un clima electoral de alta tensión.